Una curiosa relación entre alerones y cristales

MundoLuna.es

24 mayo 2021

En muchos modelos, principalmente coches deportivos, vemos instalados alerones que le confieren ese toque agresivo, deportividad, atractivo…el gancho que los hace objetos de deseo. Por supuesto, la aerodinámica en el mundo del motor ha supuesto un gran cambio, originándose avances increíbles desde su aparición en los años sesenta. Su aparición en la Can-Am y después en la Fórmula 1 ha dado lugar a una revolución, contribuyendo en un diseño dos tipos de agarre. El agarre mecánico, el que proporcionan las ruedas, ayudadas por el chasis o las suspensiones, y el agarre aerodinámico.

Todo esto es maravilloso, pero ¿qué tiene que ver con los parabrisas y cristales de nuestro coche? En primer lugar, en los coches de calle los alerones no son tanto un elemento prestacional como uno de seguridad pasiva. En vehículos comunes, su función es la de proporcionar agarre, pegando el coche más al suelo, para que sea más estable y fácil de conducir. Salvo en modelos deportivos, tener un spoiler trasero es algo más cosmético que otra cosa. No va a generar nada o casi nada de drag en la parte trasera. De hecho, tener un parachoques delantero que genere carga aerodinámica puede ser más útil para ayudar al giro del vehículo. Un parachoques que, hoy día, suele llevar también sensores en los que se recogen los datos de los sistemas ADAS.

Por tanto, existe la posibilidad de ver a los alerones y los cristales, sobre todo el parabrisas, trabajando juntos a nivel de seguridad. Gracias a los sistemas ADAS es posible interconectar varias partes del coche, creando un vehículo más avanzado y seguro.

Cuando un alerón te facilita o dificulta la vida

Los alerones, como las suspensiones, inciden en el comportamiento del coche. Las suspensiones se encargan de que el peso suspendido no reciba sacudidas de gran tamaño, protegiendo así la integridad de los parabrisas y cristales. Estos, a su vez, son una parte importante de la estructura del coche. Los alerones, por su parte, mejoran la estabilidad y trabajan junto con las suspensiones para que el coche tenga el mejor agarre posible.

¿Existen alerones que afecten negativamente a los cristales? La respuesta es lógica y sencilla. Un alerón trasero demasiado voluminoso nos puede restar visibilidad de la luneta trasera. Dicho de otro modo, que el alerón no nos deje ver lo que pasa detrás de nuestro coche. Un ejemplo mítico de esto es el Lamborghini Countach, sobre todo su versión LP5000 o el 5000S. La versión definitiva de este clásico italiano era más musculado que el original, con un kit aerodinámico mejorado. Ahora bien, el propio alerón trasero tapaba la visión de la ya de por sí pequeñísima luneta trasera. Por tanto, maniobrar con este coche era algo incómodo. Tanto que era necesario abrir la puerta, sacar medio cuerpo fuera y mirar para atrás mientras se movía el coche para tener algo de visibilidad.

Hoy día, con la tecnología existente, esto se podría solucionar con gran facilidad. Es posible instalar una pequeña cámara panorámica en el parachoques trasero y que su imagen se transmita en el cuadro de mandos. También es posible que esta imagen se proyecte en el retrovisor central. Es la solución que Ford ha encontrado para sus furgonetas de reparto, como la Transit. De esta manera, el trabajador podrá ver lo que ocurre incluso si en la parte trasera de la furgoneta no hay ventanas.

Otras noticias que te pueden interesar:

Movimientos en el sector

Últimos Currículum Vitae

El talento se mueve. Revisa los últimos candidatos en búsqueda activa de trabajo.

Nuevas ofertas de empleo

Si están buscando una nueva oportunidad, revisa las nuevas ofertas disponibles.

Traspaso de Negocios

Si estás pensando adquirir un nuego taller, revisa amenudo nuestra sección de traspasos.