En muchas ocasiones en los meses de más frío en el año, entre noviembre y febrero, los cristales tienen capas de hielo. Sobre todo por la mañana se forma algo de escarcha, mezcla de la humedad del aire y las bajas temperaturas. Esta escarcha se deposita en el cristal y es necesario retirarla para poder conducir ya que impide la visibilidad. Pero no es aconsejable quitarla de cualquier manera y, en particular, usar agua hirviendo puede ser muy peligroso a largo plazo.
Es cierto que en la actualidad este método lo utilizan pocas personas, prefiriendo utilizar botellas de agua a temperatura ambiente o el propio calefactor del coche. Pero aún así se ven casos de ollas con agua hirviendo utilizadas para eliminar la escarcha. Y sí, la escarcha se elimina. Pero a cambio, es muy posible que haciendo esto se este produciendo daño al parabrisas y a su estructura. En Estados Unidos existe el riesgo de que, en situaciones apresuradas, recurran a este método conductores jóvenes según una encuesta reciente.
Los cristales son en general muy susceptibles a la temperatura, como también ocurre en los meses de verano. Por tanto, si están sometidos a temperaturas bajas y de repente se les echa agua encima, van a sufrir. Esto puede producir microfisuras, imperceptibles al ojo humano pero que pueden provocar fracturas con el paso del tiempo o que se rompa con mayor facilidad.
Líquido ‘escondido’
Cuando esto se produce – o bien puede haber ya de antemano microfisuras – puede esconderse algo de líquido o de vapor dentro de esa apertura. Estamos hablando de los parabrisas, que no son cristales convencionales sino una pieza de butiral de polivinilo colocado entre dos planchas de cristal.
El problema de verdad llega cuando este vapor o líquido alojado en la microfisura se somete de nuevo a las bajas temperaturas ambiente y a la humedad. En efecto, pasa a congelarse y el cuerpo se expande. Esto puede hacer que la microfisura se haga más grande y continuar su expansión de manera gradual. Si no se tiene cuidado o se acude a un especialista, puede llevar a que haya que sustituir el parabrisas por completo.
Tampoco utilizar agua tibia…ni tarjetas de crédito
De hecho, también el agua a temperatura ambiente puede provocar este peligro, ya que sigue existiendo el riesgo de que se almacene líquido en las microfisuras del cristal. Es mucho más aconsejable retirarlos con productos dedicados a ello o utilizar el calefactor del interior. Redirigiendo aire caliente hacia el interior del cristal calentará la superficie, ya que está en contacto directo con el exterior. Además, así se elimina otro gran problema de visibilidad en los meses de invierno: el vaho.
Otro método que se ha utilizado para eliminar escarcha de los parabrisas es rascar el cristal con diferentes tipos de tarjeta, como tarjetas de crédito, bonobuses o similares. Esto es peligroso por dos motivos, además de no ser lo más efectivo. Primero, podría rayar el cristal, con los peligros que eso conlleva. Y segundo, en caso de ser una tarjeta de crédito, no es complicado que se parta.
0 comentarios