En muchas ocasiones los vehículos de trabajo como furgonetas o similares suelen llevar cargas o material de trabajo, a menudo teniendo que hacerlo en el menor tiempo posible. No es raro ver vehículos de trabajo trasladándose de un lado a otro con bastante celeridad. Esto lleva a que puedan ocurrir situaciones que sean arriesgadas o que puedan conducir a accidentes de trabajo serios.
A veces las cargas de trabajo, como palés o material de obra, se colocan sin estar sujetos de manera debida. En sí pueden tener un peso más o menos elevado, pero cuando uno está en marcha la cosa cambia. Y mucho. Si de repente tenemos una desaceleración acusada, ya sea un accidente o una frenada repentina (se cruce un peatón o un semáforo inesperado) el material se puede soltar. Y es aquí donde vienen los cálculos.
Una fuerza inusitada
En caso de que un vehículo que viaja a 60 kilómetros por hora frene de manera repentina, los objetos que se encuentren detrás y sin estar bien sujetos pueden salir disparados. ¿Pero con que fuerza? Pues en ese caso se multiplica su masa por 56, pudiendo impactar contra nuestros cuerpos en función de diversas variables. Si se cargan cientos de kilogramos en una furgoneta de reparto, puede llegar a ser muy peligroso para el conductor o para el acompañante.
Esto es solo un ejemplo de lo que puede ocurrir si se suma la velocidad a un objeto errante, más si es uno de gran masa. Según la masa sería capaz incluso de atravesar el parabrisas si nada lo detiene en caso de deceleración repentina. Por ello, además de las sujeciones pertinentes suelen llevar mallas u otros elementos de seguridad.
Test dinámico
Dynamic Test Center utilizó, a modo de demostración, una Mercedes Vito de primera generación (1995-2003) con un palet y unas macetas de hormigón, elementos habituales de jardinería. El objetivo era que impactase contra una pared a unos 50 kilómetros por hora y estudiar el movimiento de los elementos.
¿Qué ocurre? Muy sencillo – y preocupante. Al momento del impacto el palé con las macetas continúa con la misma inercia, el mismo vector de movimiento aunque la furgoneta se ha detenido de repente. Esto lleva al palé a deslizarse hasta los asientos delanteros, aplastando al conductor y al acompañante contra el salpicadero. En este caso de poco sirve el correcto funcionamiento tanto del airbag como de los cinturones de seguridad.
Un segundo test cambiaba los palés y las macetas por unos 250 kilogramos, lo que pesan tres ocupantes adultos estándar. Si no están sujetos por los cinturones, los del asiento de la izquierda y la derecha salen disparados contra el conductor y el acompañante de manera respectiva. En cambio, el que está en el medio corre el riesgo de salir despedido y atravesar el parabrisas, impactando de frente con el muro contra el que se ha producido la colisión.
Por ello, tanto las personas como las cargas que se lleven en los vehículos habilitados para ello han de llevar la sujeción necesaria. Además es conveniente y recomendado separarla del resto del habitáculo en la medida de lo posible.
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