Los ADAS, o sistemas avanzados de ayuda a la conducción, son ya elementos tan presentes en los coches modernos como puede ser el volante, el parabrisas o las puertas. Todos los coches actuales llevan estos sistemas de seguridad activa (además de los sistemas de seguridad pasivos). De hecho algunos de estos se volverán obligatorios en la Unión Europea de cara a 2022. Por ello, su correcto funcionamiento y recalibración son vitales para colaborar en una mayor seguridad en carretera. Todo es poco para avanzar en el camino hacia el sueño ideal de 0 muertes en carretera.
Un webinar realizado hace unos días destacó la importancia de recalibrar de manera correcta los ADAS así como por qué los técnicos deberían tener un historial de los cambios realizados durante este proceso. En este webinar estuvieron presentes figuras como Brent Johnson (director gerente de Chief Collision Technology, empresa líder en equipamiento para reparar colisiones) y tuvo el apoyo de la Collision Industry Electronic Commerce Association (CIECA).
Calibración estática y dinámica
En el webinar se destacó no solo la definición y el funcionamiento de los ADAS, sino también los diferentes tipos de recalibración de estos sistemas. Por un lado está la calibración estática y por otro la calibración dinámica, la última comprobación antes de que un coche esté listo para que el cliente pueda conducirlo.
La calibración estática consiste en el uso de objetivos predefinidos, ubicaciones y distancias del vehículo junto con un software especial dedicado a calibrar el ADAS. Un ejemplo de software especial son el uso de las herramientas AsTech. Un técnico especializado se encarga de calibrar tanto los sensores como las cámaras de manera que envíen y capten la información de manera correcta. También puede calibrar de modo que interactúen en ellos de la manera en la que lo diseñó el fabricante. Además han de funcionar junto con los módulos con los que estén relacionados como el del motor o del freno.
Por su parte, la calibración dinámica consiste en colocar el vehículo en modo de calibración y conducirlo durante una cantidad de tiempo o unos kilómetros específicos para comprobar que todos los parámetros se corresponden entre ellos con los datos de fábrica. También se testean aspectos o variables como los patrones de marcas o la densidad de tráfico, entre otros.
ADAS que ‘aprenden a conducir’
Gracias a la capacidad de la inteligencia artificial de ‘aprender’ a la hora de asimilar, almacenar y captar datos, es posible que los propios ADAS sean capaces de evolucionar. Para ello no solo les basta con lo que se les programa de fábrica. Necesitan rodaje en el mundo real, a través de las carreteras de nuestra red geográfica, de modo que vayan volviéndose aún más útiles. Johnson asemeja este proceso con el de un adolescente que se está sacando el carnet de conducir.
“Los ADAS necesitan una referencia en el mundo real. En distancias necesarias para la seguridad los pequeños errores crean grandes problemas. Si vas por la carretera y cometes un pequeño error, el hecho de que el sistema no reaccione de la manera propia o no reaccione puede crear el caos en la carretera. Todos los vehículos son calibrados en la fábrica utilizando métodos de calibración estática así que esto les da a los vehículos, tal cual salen de la cadena de montaje, una referencia en el mundo real. Como un adolescente conduciendo, tardan un tiempo para entender lo que tienen que ignorar y lo que no”, declaró Johnson.
Guardar datos
En caso de que tenga que reemplazarse un sensor o una cámara – o bien el parabrisas donde esté instalada la cámara – es necesario recalibrarlo. Esto se debe a que hay que desinstalar el elemento y volverlo a instalar así como asegurarse de que continúa cumpliendo su función. En otros artículos en MundoLuna puedes consultar por qué es así. También se comentó en el webinar varios motivos para documentar las recalibraciones de los ADAS, como qué técnicos realizaron determinados escaneos y calibraciones.
“Parte de los procedimientos de control de calidad deberían incluir el asegurarse de que el software de la herramienta de calibración está al día y entonces documentar cuando tuvieron lugar estas actualizaciones y que versión del software se utilizó. Podría ahorrar muchos quebraderos de cabeza en el futuro si se puede demostrar que se estaba usando la versión más actual del software en el momento en el que se realizó dicha recalibración”, puntualizó Johnson.
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