En plena era de revolución tecnológica, resulta en cierto sentido un anacronismo que haya que llevar el coche al taller para realizar una actualización. Los coches de hoy día llevan un gran nivel de tecnología y electrónica en su funcionamiento, restando protagonismo a los componentes mecánicos tradicionales. Ahora, con cada vez más coches dotados de conectividad, es posible hacer algo hasta hace unos años impensable. Se trata de poder actualizar a través de WLAN o redes móviles, la llamada tecnología Over the Air. Con esta tecnología, nuestro coche es capaz de actualizar su software de la misma manera de la que lo hace un ordenador o una videoconsola.

La clave de todo esto es que, al hacerse de manera inalámbrica y a distancia, no hay que llevar ya el coche al taller. Ni a la casa oficial. Se lanza la actualización y el vehículo se actualiza de manera automática, contando con mejoras ya sea en software, seguridad u otras áreas. No solo es más cómodo para el usuario sino que al ser inmediato, permite que las actualizaciones estén instaladas mucho más rápido. Si se trata de una mejora relacionada con la seguridad del vehículo, son grandes pasos para mejorar la seguridad vial.

Volkswagen, Ford y Tesla, ejemplos Over the Air

En verano de 2020 Volkswagen tuvo que realizar actualizaciones del ID.3 de manera manual, actualizando uno por uno. Tal ha sido el salto que en menos de un año los alemanes ya están utilizando la tecnología OTA en Europa. Tanto los ID.3 como los ID.4 comenzarán a actualizarse de manera automática cada trimestre a partir del verano de 2021. Las unidades producidas del 8 de marzo en adelante ya cuentan con la versión de software ID.2.1 con el cual es posible recibir las actualizaciones. Eso sí, las unidades anteriores sí tendrían que pasar por su concesionario para actualizar esta versión del software. Estas actualizaciones, según la marca, pueden optimizar el rendimiento del software así como incluir nuevas funciones y opciones de personalización.

Hace algunas semanas Tesla también llevó a cabo actualizaciones Over the Air para sus modelos eléctricos. De hecho, Tesla ha sido pionera en utilizar esta tecnología en la industria, haciéndolo desde hace varios años. Al ser de manera simultánea, pudo verse como un parking repleto de Teslas brillaba cual espectáculo de luces, siendo los intermitentes la señal de que se había producido la actualización vía satélite con éxito.

Otra de las actualizaciones OTA que llevó a cabo Tesla fue una que no solo añadía funciones, sino que ofrecía beneficios prestacionales. Para los Performance Model S se añadió la opción de reducir la altura de suspensión, logrando una mejor marca en aceleración de 0 a 100 kilómetros por hora. Otra marca que también ha anunciado que utilizará actualizaciones OTA es Ford con su nuevo Mustang Mach-E, tanto para arrelgar ‘bugs’ como incluir nuevas funciones.

¿Podrá aplicarse a sistemas ADAS?

La gran pregunta es si estas actualizaciones OTA, en el futuro, podrán servir para mejorar los sistemas avanzados de ayuda a la conducción. Con la capacidad de mejorar y optimizar software, debería ser posible también unos sistemas capaces de aumentar más la seguridad en carretera.

Los sistemas ADAS son una parte importante del presente de la automoción, instalados (literal y metafóricamente) en los parabrisas de los coches del mercado actual. Los vehículos más avanzados son capaces de utilizarlos en conjunto para activar varios módulos, un anticipo de la conducción autónoma del futuro. Con esta clase de tecnología ya presente en la industria, poder actualizar los coches de manera automática usando redes móviles abre un abanico de posibilidades.