En las últimas semanas Estados Unidos ha tenido más movimiento del habitual en lo que respecta a preparar su legislación sobre coches autónomos. Con coches cada vez más avanzados y sistemas autónomos ya en funcionamiento, quiere mantenerse a la vanguardia tanto de la tecnología como de la seguridad. Un ejemplo primordial de ello es la SELF Drive Act que se quiere reintroducir en el estado de Ohio.
En pleno contexto de la pandemia del coronavirus, la conducción autónoma supone un gran paso adelante. La gente busca maneras de evitar toda clase de contacto, tanto para movilizarse como para la ida y venida de bienes. Esto repercute tanto al sector de negocios y de transportes así como al alimentario, con la posibilidad de recibir la compra a domicilio.
Los coches autónomos a su vez serán una evolución a gran escala de los coches actuales con sistemas de seguridad ADAS. Es decir, que contarán con una gran cantidad de sensores, láseres, cámaras en diferentes ángulos y radares interconectados entre sí por una centralita. Muchos de estos dispositivos se montan en el parabrisas del vehículo, siendo ya un solo conjunto. Es por ello que cuando es necesario reparar o sustituir el parabrisas, también se requiere recalibrar los sistemas ADAS antes de que el coche pueda volver a circular.
Por otro lado, en Pensilvania, en concreto su departamento de transporte, ha elogiado los vehículos con alto nivel de automatización (HAV). Esto es parte de una iniciativa del departamento de transporte de los Estados Unidos para mejorar la seguridad vial y la transparencia de los test de sistemas de conducción autónoma. También Ohio, al igual que Maryland, están incluidos en esta iniciativa.
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