Casi todos los conductores hemos visto de lo que son capaces los sistemas avanzados de ayuda a la conducción o ADAS en los coches modernos. Gracias a sus sensores, cámaras y radares, son capaces de enviar información al conductor al momento así como avisarle de posibles peligros. Eso sí, la tecnología no es perfecta y existen casos en los que puede no solo avisar sino actuar, activando diferentes módulos sin motivo real. Es lo que se conoce como flashes fantasmas, activando los ADAS cuando no existe un verdadero peligro en la carretera.
Un grupo de investigadores de la Universidad Ben Gurion de Negev ha visto esta situación con dos ADAS diferentes, detallándolo en su investigación. Además lo han comprobado utilizando software de diferentes orígenes, tales como los de Tesla o los de Intel. De hecho, eran capaces de reaccionar a imágenes que se proyectaran delante de los coches (y de los sensores) durante unas milésimas. Casi imperceptible para el ojo humano, pero suficiente para que los sistemas ADAS decidieran activar, por ejemplo, el módulo de frenos de repente.
Un ejemplo recogido en la investigación es la de proyectar un obstáculo, como un peatón, delante de uno de estos coches en medio de la carretera. El sistema lo reconoce como un peligro real y de inmediato aplica los frenos de manera automática. Esto podría resultar muy peligroso si se produce en carretera y detrás del coche circulan otros que no sean capaces de predecir esta frenada súbita.
Es más, si lo que se proyectan son líneas blancas y el coche tiene sistema de piloto automático, es capaz de seguir esas líneas fantasma. El peligro aquí es evidente dado que el coche, en modo de crucero automático, se guiaría a sí mismo hacia el carril en dirección contraria.
Ojo con los carteles
En el estudio se aúnan dos detalles importantes: el primero es que los carteles y pancartas electrónicas se han hackeado de manera reiterada en los últimos años en ciertas partes del mundo. El otro, que es posible alterar la imagen durante un flash de modo que el ojo humano no se percate…pero el ADAS sí. De repente, el conductor se vería con un coche que se detiene en mitad de una autopista sin ser capaz de ver el motivo.
Si se coloca en algún momento del anuncio mostrado en el cartel electrónico una señal, como un Stop o una de límite de velocidad, el ADAS la detectará. En el caso del Stop, el coche llegará a frenar solo porque se le ha mostrado el octógono rojo aunque sea durante medio segundo. Asimismo, con el límite de velocidad, también lo modificará si se le muestra durante una fracción de tiempo. Incluso 125 milisegundos son suficientes para que el ADAS detecte una información que en realidad es inexistente.
Eso sí, los investigadores de este estudio recuerdan que estos ADAS son todos asistentes a la conducción, no sistemas de control autónomos. Esto significa que existe en todo momento la posibilidad de bien ignorar el mensaje o de tomar el control manual, desactivando la acción del ADAS.
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