Varias compañías de seguros coinciden en que se espera un aumento considerable de asistencias en carretera este verano. Esto se debe a que va a ser el verano inmediato la verdadera salida de la pandemia del coronavirus, cada vez con menos restricciones. Con cada vez más control sobre el covid-19 gracias a la gran velocidad de las vacunaciones. Las cifras avalan a que se va a producir un aumento – de hecho, ya está teniendo lugar.
El estado de alarma, iniciado el 14 de marzo de 2020, se levantó el pasado 9 de mayo. En los restantes días del quinto mes del año, las asistencias en carretera crecieron un 14%. Junio fue el primer mes completo sin restricciones de movilidad y las asistencias en carretera crecieron un 30%. También hay que recordar que los procedimientos de asistencia en carretera se cambiaron tal como reflejó a principios de año Dirección General de Tráfico.
Según los datos de AXA, este aumento del 30% de junio significa que solo en este mes ha habido más crecimiento que en todo 2021. Por tanto, no es complicado deducir que en los meses de julio y agosto esta cifra aumentará con respecto a los registros de 2019. Es más, ya en mayo y junio, comparado con 2019, los servicios de asistencia en carretera han crecido un 5%.
Expectativas
Según los datos de Asitur, se prevé un incremento del 10% en los meses de julio y agosto en comparación con los datos de 2019. Los de 2020 no son una referencia fiable ya que seguía habiendo restricciones el pasado verano. Existen dos factores principales que aluden a la causa.
En primera instancia, el mantenimiento de los vehículos se descuidó durante los meses de confinamiento, posponiéndose muchas revisiones de la ITV. Muchos coches quedaron parados durante meses, lo cual disminuye el desgaste mecánico pero puede llevar a que aparezcan otras averías. A esto hay que añadir el más que conocido envejecimiento del parque automovilístico español. Gran parte de los coches que circulan en nuestras carreteras tienen entre diez y quince años a sus espaldas. Con este kilometraje suelen aparecer problemas de diversa índole.
Por otro lado, el calor es un gran enemigo de los coches en carretera. Los motores prefieren temperaturas más suaves, operando mejor a 10, 15 o 20 grados. En cambio, muchos desplazamientos este verano se harán por encima de los 30, 35 e incluso 40 grados centígrados. Esto provoca una mayor fatiga en los componentes del motor. Pero sobre todo afecta a las baterías de los coches. Las temperaturas extremas es lo que más afecta a nuestras baterías y acorta su tiempo de vida.
Declaraciones
«Durante el último año el parque automovilístico español ha tenido restricciones de movilidad interterritorial como consecuencia de las restricciones impuestas a los desplazamientos por carretera, lo que ha podido afectar al estado de algunos vehículos. Por eso este verano, más si cabe que ningún otro, es necesario asegurarse de su buen estado y extremar las precauciones al volante«, ha señalado Arturo López-Linares, director de Siniestros de AXA.
Según recoge Grupo Aseguranza, Asitur avanzó la activación de un «protocolo especial para asegurar la calidad del servicio» debido a que «después de más de un año sufriendo restricciones importantes a la movilidad, los desplazamientos por carretera van a notar un considerable crecimiento, de hecho, ya lo están haciendo. La finalización del estado de alarma, junto a la llegada del buen tiempo y los avances en el proceso de vacunación han animado a la población a desplazarse de sus residencias habituales«. Además del aumento del turismo doméstico y del uso del transporte privado frente al transporte público, la antigüedad del parque automovilístico es cada vez mayor y puede contribuir a ese incremento de la siniestralidad.
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