Es una pregunta poco habitual, cuanto menos, pues es poco habitual encontrarnos con granizo a lo largo de todo un año. Sobre todo en España donde las temperaturas y la climatología es más favorable que en otras partes de Europa. Sin embargo no estamos exentos de ello y es posible que nos encontremos con granizadas cuando estemos circulando o de viaje al volante del coche. Junto con la niebla y la nieve, el granizo es de los fenómenos atmosféricos más temidos de todos según apunta Carglass.
El motivo de este miedo es simple: reduce la visibilidad a la par que hace que la carretera patine más. Unas circunstancias similares a las de lluvia intensa, pero aún más peligrosas si cabe. Por tanto, lo más inteligente es tomar a cabo las mismas precauciones, más intensificadas, que cuando se conduce en lluvia. Al contrario que la lluvia, el granizo puede ser también mucho más dañino tanto para nosotros como para nuestros coches. Y sobre todo los parabrisas, cristales y lunas de nuestros vehículos lo pasan mal ante granizadas.
Cuatro peligros
Se pueden destacar cuatro peligros importantes a la hora de conducir con granizo cayendo del cielo. Estos peligros revelan que el granizo está entre las condiciones climatológicas más complicadas para los conductores. Además, granizadas fuertes pueden resultar en muchos cristales rotos, como ocurrió a finales de verano en Ciudad Real.
- En primer lugar, está la rareza de la granizada en sí. Más en nuestro caso, donde nos acostumbramos a que haga sol, llueve o nieve en casos aislados y según qué meses del año. Por tanto, estamos menos acostumbrados a reaccionar ante estas situaciones en comparación con la lluvia, por ejemplo.
- En segundo lugar, que no depende de una zona o de un momento concreto del año. Es posible verla tanto en el norte como en el sur del país, incluso en lugares donde no nieva desde hace décadas. También es posible que caiga una granizada ya sea en primavera, verano, otoño o invierno.
- Cuando escuchamos el repicar del granizo sobre el techo y los cristales de nuestro coche, afecta a nuestro temple, nuestros nervios. Aunque sea un poco, a nivel psicológico afecta. Un conductor nervioso es más propenso a cometer errores que puedan inducir a accidentes.
- El hecho de que esté formado por hielo y su forma redonda, hace que al caer reduzca tanto la adherencia del neumático como la temperatura. Un neumático frío pierde mucho agarre en comparación con uno en temperatura óptima, pudiendo derivar en patinazos o sustos al volante.
Recomendaciones para conducir bajo granizo
Carglass, una de las grandes marcas en el sector de cristalería del automóvil, ofrece una serie de consejos a la hora de enfrentarse al granizo. Son los siguientes:
- Nunca estacionar el coche ni bajo un puente ni en un túnel. Puede dar una sensación de seguridad al estar resguardado del granizo que cae de arriba. No obstante, hay que tener en cuenta que hay otros conductores en la vía y podrían no estar esperando un coche parado bajo el puente o túnel, siendo un riesgo de accidente. Lo mejor es solo detenerse en casos extremos.
- Encender las luces de cruce. Así los otros conductores podrán ver su vehículo con más facilidad. El granizo no es una situación que conlleve usar las antiniebla – y las antiniebla traseras sin necesidad puede ser motivo de multa.
- Mantén la calma. Aunque el granizo suene muy fuerte contra la carrocería del coche, es muy poco probable que le haga un verdadero daño. Solo podría hacerlo en caso de que fueran granizos de mayor diámetro y peso. Aún así, recuerda que en un coche moderno la carrocería es mucho más rígida y aguanta golpes más fuertes que vehículos con mayor antigüedad.
- En caso de rotura del parabrisas, recuerda que es un cristal laminado – el cristal está pegado a una lámina. Es decir, que no te va a caer dentro del habitáculo ni pedazos de cristal ni el granizo de fuera.
- Reducir la velocidad con suavidad y no frenar de manera brusca. Una conducción suave, con movimientos controlados, como en lluvia o nieve. De lo contrario sería más probable perder el control por falta de agarre.
- Aumentar la distancia de seguridad aún más que en casos de lluvia. Al haber menor agarre, necesitas más distancia de frenado.
Protección de parabrisas y lunas ante el granizo
Por su posición en el coche, el parabrisas es la parte del coche más expuesta en una granizada, más que el resto de la carrocería. En caso de que el coche tenga que dormir en la calle, es posible recubrir el parabrisas con una cobertura especial para evitar daños mayores. Es habitual tratar de proteger el parabrisas cubriéndolo con una lámina de cartón. Si bien este método es útil para evitar hielo o escarcha por las mañanas, para el granizo no lo es tanto. En cualquier caso, si una granizada acaba dañando en mayor o menor medida el parabrisas del coche, lo mejor es acudir a centros especializados. Un técnico especialista revisará si la mejor solución es reparar o sustituir el parabrisas.
Hay diferentes maneras de proteger nuestros cristales para el granizo. Muchas de ellas, como es obvio, están relacionadas con el propio mantenimiento del coche llevado de manera correcta. En general es complicado que el granizo llegue a romper las lunas de nuestro coche, pero no es del todo imposible. Y, por desgracia, puede darse el caso de que tengamos que conducir bajo estas condiciones.
- Recuerda que las escobillas de los limpiaparabrisas han de estar en perfecto estado, sobre todo para estos casos. Será importante para quitar el granizo de tu campo de visión.
- Recuerda mirar también el líquido del ‘limpia’. Activar los limpiaparabrisas en seco puede hacer que rayes el vidrio con el hielo.
- Nunca trates de descongelar el hielo en las lunas con agua caliente – el agua templada, de hecho, también es peligrosa. En el caso del agua es caliente aún más ya que el contraste brusco de temperatura puede dañar la estructura del cristal e incluso romperlo.
- Maximizando la distancia de seguridad evitamos de que el granizo del suelo del coche que nos precede puedan saltar disparados hacia nuestros parabrisas.
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