La tecnología continúa evolucionando a pasos agigantados, dando soluciones a cuestiones para que la vida sea más cómoda. En el tema de los seguros, una situación habitual es calcular o estimar los daños producidos en caso de accidente de tráfico. Las compañías, utilizando nuevos algoritmos, están ayudando a acelerar el proceso. Tanto que pronto será posible poder realizar el cálculo antes siquiera de llamar a la grúa.
Es cierto que los coches, así como las carreteras, cada vez son más seguras, lo que se traduce también en menos accidentes mortales. En 2019 se registraron en España 1.098 accidentes mortales, el mínimo histórico registrado. Suponen 90 accidentes mortales menos que en 2018 y 805 menos que en 2009, reduciéndose la cifra casi a la mitad. También fue el primer año en la historia en el que no se ha registrado ni una sola muerte en accidente de autocar.
Inteligencia Artificial
En un accidente, una vez se sale de él, se producen después las siguientes cuestiones: ¿Cuánto tardaría en tener un estimado de los daños? ¿Cuánto tardará el coche en arreglarse en el taller y poder estar de vuelta circulando? Para la primera pregunta en Estados Unidos se están realizando grandes avances. Las aseguradoras están comenzando a emplear inteligencia artificial para generar estimados de reparación. Esto va mucho más allá que la ‘reclamación virtual’.
Si se calculan los daños en base a fotos que el afectado pueda enviar a la aseguradora, es cierto que se pueden tasar coches más rápido que yendo hacia el coche de manera física. Casi cuatro veces más rápido, según el New York Times – de 4 coches al día a unos 15. Ahora bien, la tasación, una vez el coche llega al taller, a menudo suele ser imprecisa, pudiendo alterarse el precio de manera significante. También se altera el tiempo que necesitaría para ser reparado.
A esto hay que sumarle la tecnología de los coches actuales con los ADAS. Muchos coches modernos (todos los homologados en la Unión Europea a partir de 2022) incorporan sensores y cámaras instalados en parachoques, laterales o parabrisas. En el caso de los parabrisas es importante porque, en caso de necesitar reparación o sustitución del parabrisas, tanto cámaras como sensores requieren de recalibración. De lo contrario no funcionarán según las especificaciones de fábrica.
Proceso
Ahora, esta tasación pasaría por una App de móvil donde es la inteligencia artificial la que analiza los daños basándose en las mismas fotos. La IA analiza los daños y calculan tanto los costes de los daños como la mano de obra. Algunos de estos algoritmos son capaces de producir en segundos estimados similares a los de tasadores humanos con años y años de experiencia. En situación de pandemia del coronavirus esta opción también ayuda ya que reduce y en algunos casos elimina la necesidad del cara a cara.
Es también más inmediato, ya que a la par que elimina el cara a cara, también la necesidad de concertar fecha, lugar y hora para que se evalúen los daños. Para crear estos algoritmos se han utilizado unos diez millones de fotos de coches dañados en accidentes. En definitiva, gracias a estos algoritmos se puede agilizar en gran medida el proceso de evaluación de daños. Esta tecnología está implementándose poco a poco en Estados Unidos, pero no sería nada extraño verla en Europa y en España en los próximos años.
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