¿Cómo afecta el agua caliente a un parabrisas?

MundoLuna.es

24 marzo 2021

Es un método tentador y rápido para quitar la nieve y el hielo en los meses más fríos del año. Pero también de los más dañinos para nuestros parabrisas. Hablamos, por supuesto, de calentar una olla con agua y verterla sobre nuestro cristal para quitar la nieve o hielo y poder conducir. Los riesgos de romper o rajar el parabrisas en algún punto de su superficie son muy, muy elevados. Ahora bien, ¿Cómo se producen estos daños con un proceso por desgracia más común de lo que se cree? Una encuesta de Automobile Association muestra que la franja de edad que más comete este error está entre los 18 y 24 años. De hecho, los datos de esta estadística muestran que son el doble de propensos a esta praxis con respecto a la población a nivel general.

El proceso que nos atañe en este caso es el de la dilatación, por supuesto. Al igual que otros cuerpos, cuando un cristal sufre una elevación de su temperatura también tiende a dilatarse. Por ello, tanto en verano como en invierno son meses donde los cristales de nuestros coches sufren más de lo habitual. De entrada, hay que tener en cuenta que el punto de dilatación del parabrisas es diferente al de la carrocería. Es decir, que ya de por sí las altas temperaturas provocan tensiones en un cristal que va enmarcado con la carrocería. Esto es así para que cumpla su función de soportar el peso del techo, como uno de los elementos estructurales más importantes.

Efectos del cambio de temperatura

El problema viene de entrada por el cambio súbito de temperatura. De pasar a una temperatura muy baja, al verter agua caliente o hirviendo encima se produce un cambio repentino, lo que lleva a una dilatación. Eso sí, lo que se dilata en sí es el cristal, pero no la carrocería a la que está anexionada, siendo por tanto una tensión súbita.

Es por esta misma razón por la que se debe usar el climatizador en la posición de descongelar. Si se activa a toda potencia de repente, nos estaríamos exponiendo al riesgo de que el cambio de temperatura dañe la estructura del parabrisas. Daños que podrían llevar a tener que reparar o sustituir el cristal, según su gravedad. Por ello, lo mejor es dejar que el cristal se caliente de manera gradual, según recomienda el AAA.

Por otro lado, hemos de fijarnos en la propia superficie del cristal. La temperatura aumenta no de manera uniforme, sino que lo hace donde se vierte el agua, manteniéndose el resto del cristal frío. Cuando hay partes que se dilatan y otras que no, es donde se producen las fracturas o roturas.

Otros efectos nocivos

La rotura o fractura de un parabrisas no es el único efecto negativo que puede tener el verter agua hirviendo sobre nuestro coche. De hecho, también afecta a la carrocería – en concreto a la pintura del mismo. El agua hirviendo derrite la cera protectora que lleva la pintura de nuestro coche. El resultado es una especie de mancha blanquecina que estropea el acabado del vehículo en cuestión.

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