Así son los cristales del coche volador de BMW

MundoLuna.es

3 julio 2021

Desde pequeños, muchos hemos imaginado que los coches pudieran volar. Parecía cosa de ciencia ficción, tanto que aparecía en películas futuristas. Como claro ejemplo de ello, el mítico DeLorean de Regreso al Futuro, que plegaba las ruedas cuando ‘no necesitaba carreteras’. Pues bien, estamos cada vez más cerca de que esto sea real.

Varias marcas como Audi y Hyundai ya han probado con la idea de coches voladores. Eso sí, son más bien drones con pasajeros o helicópteros personales, sin llegar a ser la idea de coche que pueda surcar los cielos. Sin embargo, la firma eslovaca Klein Vision sí que tiene un coche volador funcional, en fase de prototipo. Esta utiliza un propulsor BMW para elevarse. De hecho ya ha realizado varios prototipos y el que nos atañe en este artículo es el quinto, con un sexto prototipo ya en camino.

Según cuenta el medio Periodismo del Motor, Klein logró volar con este prototipo llamado AirCar entre dos aeropuertos. Despegó en Nitra, en el centro de Eslovaquia, realizando 35 minutos de vuelo hasta aterrizar en Bratislava, la capital del país. Lo más interesante de todo es que el coche desplegó las alas para volar y, cuando aterrizó, las plegó con un mecanismo automático. En tres minutos, el coche volador se convirtió en coche para rodar por la autopista. Esto es literalmente lo que podemos entender como coche volador, capaz de desenvolverse tanto por carretera como por el aire.

Sus cristales y sus prestaciones

Si nos fijamos en el diseño del parabrisas y de las lunas del AirCar, lo que vemos es una mezcla de avión y superdeportivo. El parabrisas es curvo, con un diseño que podríamos encontrar en vehículos de altas prestaciones e incluso algunos GT de carreras. De hecho, por la forma de la cabina, Periodismo del Motor hace alusión al mítico Porsche 917K, la bestia que arrasó en Le Mans a principios de los setenta. La forma de acceder al habitáculo es a través de la luna, más parecido a un caza que a un coche. Por dentro se pueden ver tanto displays típicos de cabinas de aviones como pantallas digitales típicas de un coche actual. Por dentro hay espacio para dos personas, de nuevo como en un superdeportivo.

A nivel de prestaciones, no es nada del otro mundo. Utiliza un motor BMW 1.6 que desarrolla 160 caballos, menos que muchos motores que la gama actual de la firma alemana. Requiere una recta de al menos 300 metros para iniciar el despegue. Cuenta con una autonomía de vuelo estimada en unos 1.000 kilómetros y una velocidad máxima de unos 200 kilómetros por hora. Su peso en vacío es de 1.100 kilogramos (lo que puede pesar un utilitario del segmento B en la actualidad) y puede soportar una carga de 200 kilogramos.

El siguiente prototipo planeado, según fuentes oficiales, sería una versión de pre producción, con vistas a estar presentes en el mercado. Este futuro prototipo pasaría de 160 a 300 caballos de potencia, pudiendo volar a unos 300 kilómetros por hora. De momento Klein Vision ha efectuado nada menos que 142 vuelos, divididos en 40 horas. En ellas no ha sufrido a día de hoy ningún accidente.

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