La temporada 2020 de la IndyCar en Estados Unidos comenzó el pasado 6 de junio en Texas, volviendo a la actividad tras varias carreras pospuestas o aplazadas debido a la pandemia del coronavirus como otras competiciones de primer nivel en todo el mundo. La gran novedad de esta temporada es la introducción del llamado Aeroscreen, un parabrisas pensado para proteger a pilotos en monoplazas capaces de rodar a 350 kilómetros por hora tanto en trazados permanentes como urbanos u óvalos.
El Aeroscreen es el resultado de años de desarrollo en monoplazas después de varios accidentes, algunos de ellos mortales (casos de Jules Bianchi, María de Villota, Dan Wheldon o Justin Wilson), por piezas de otros coches que se desprendían y chocaban contra la cabeza/casco del piloto. En Fórmula 1 se probaron varias soluciones pero no se quedaron con ninguna que utilizara cristal mientras que en IndyCar decidieron apostar por el Aeroscreen, que no solo protege al piloto en un mayor ángulo sino también de piezas pequeñas que puedan volar a alta velocidad – además de conferirle al monoplaza de una estética modernista y atractiva.
Este parabrisas de competición está diseñado por Red Bull Advanced Technologies y fabricado por la empresa PPG, especialistas en ventanas de naves espaciales, y su principal material es policarbonato laminado balístico. La lámina pesa 7,8 kilogramos de peso y es capaz de repeler un impacto de un objeto de un kilo a 350 kilómetros por hora, según cifras de Carglass. Esta lámina se coloca en un marco de titanio fabricadas en 3D, soldadas y mecanizadas, pesando solo 12,6 kilogramos y capaz de soportar hasta 15.400 kilos de carga. Cuenta con ocho láminas despegables que en boxes se retiran cuando se ensucian con el paso de las vueltas, de un modo similar a los visores de los cascos.
En general, los pilotos de la IndyCar que estuvieron presente en esta primera carrera en Texas han sido claros y sobre todo han mostrado impresiones muy positivas del Aeroscreen. El parabrisas de policarbonato – un material no utilizado en modelos de producción en serie no solo por ser más caro sino por requerir de un mayor mantenimiento, se degrada más a menudo y es menos transparente que el cristal – no solo impide la intrusión de cuerpos extraños en el angosto habitáculo del monoplaza sino que también es capaz de proteger en caso de vuelco en un accidente.
“El Aeroscreen es un gran paso adelante en la seguridad, y creo que es lo mejor de ambos mundos con una protección como la del Halo y la pantalla. Creo que otras categorías de competición van a seguir el mismo camino. Después de pilotar con él una vez, te sientes desnudo en un coche que no lleva” comentó el piloto de IndyCar Will Power.
Otros pilotos de la categoría también han manifestado sus sensaciones respecto al Aeroscreen. Simon Pagenaud aseguraba que: “simplemente te sientes seguro. Sientes que, si algo sucede, tu cara está protegida. Es increíble ver un salto tan grande en la seguridad” mientras que Josef Newgarden (que salía desde la pole position en Texas) afirmaba lo siguiente: “ni me fijé en la pantalla para ser honesto. En cuanto a la experiencia del piloto, ya no lo noto. La visibilidad estaba bien y no tuve ningún problema”. Por su parte, el presidente de la IndyCar Jay Frye declaró: “Aeroscreen es una solución de seguridad total para el piloto que cambia el automovilismo deportivo para siempre.”
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