Tesla ha desarrollado un nuevo modelo de su gama de vehículos eléctricos. Se trata del Plaid Model S, una actualización y renovación del Model S que hemos visto desde hace ya varios años. En el caso de Tesla se revisa hasta el más mínimo detalle, siendo muy importante para cualquier coche eléctrico el coeficiente aerodinámico. Y para ello, necesita cristales que ofrezcan la menor resistencia aerodinámica posible. Tesla ha querido contar con el fabricante AGP, con sede en Perú.

El coeficiente aerodinámico es vital para el funcionamiento de un vehículo eléctrico, teniendo en cuenta que afecta a su autonomía. Cuanto menor sea su resistencia al aire, menos le costará avanzar al vehículo y menos esfuerzo tendrá que hacer el motor eléctrico. Es decir, menos esfuerzo para empujar el coche a través del aire, un gran enemigo en esta situación. Por tanto, al reducirse este esfuerzo, le es posible utilizar menos electricidad y la batería podrá durar más. En el mercado actual, los modelos de Tesla se sitúan entre los vehículos eléctricos con mayor autonomía a nivel mundial.

La fabricación de cristales especiales para vehículos eléctricos puede marcar un antes y un después. Optimizar la aerodinámica es algo que interesa también a los vehículos de combustión, incluyendo todo tipo de modelos híbridos. Lo cierto es que este proyecto del Tesla Plaid Model S ha estado en desarrollo durante varios años. Se trata, a fin de cuentas, de convertir el Model S a los estándares de la tecnología actual, más desarrollada desde su primera aparición. No en vano, empezó a venderse en Estados Unidos en junio de 2012.

Tesla y AGP

AGP es una empresa que lleva fabricando cristales, lunas y parabrisas desde hace 50 años, evolucionando con el paso del tiempo. Lo que le caracteriza y le sitúa en este proyecto de Tesla es uno de sus productos, el conocido como eGlass. Es un tipo de cristal desarrollando teniendo en cuenta especialmente tanto vehículos eléctricos como coches autónomos. Otra de las metas que persigue Tesla, teniendo el Autopilot que es un sistema de nivel de autonomía 2.

Además no es la primera vez que Tesla y AGP trabajan juntas. De hecho, AGP les ha suministrado cristales desde hace ya cinco años. Son los responsables de la fabricación tanto del parabrisas como del techo panorámico del Tesla Model X. Hasta ahora, los parabrisas para los Model S y Model 3 utilizados por Tesla eran de otro fabricante. En concreto, utilizaban los de AGC Automotive.

Por supuesto, el eGlass necesita mantener el mismo nivel de fuerza que los parabrisas normales. De poco o nada sirve tener un cristal más aerodinámico si es más frágil y se puede fracturar o agrietar con facilidad. Hoy día, los parabrisas están tratados con productos químicos para mejorar su resistencia, además de filtrar los rayos UVA y otras propiedades. Esto permite que se puedan fabrican parabrisas más finos y más ligeros, reduciendo el peso total del vehículo. Otro detalle muy importante para un vehículo eléctrico, pues cuando menor sea el peso, menos le costará al motor mover todo el conjunto. También se ha de contrarrestar en la medida de lo posible el enorme peso de las baterías, además del propio peso del motor. Un vehículo eléctrico tiende a ser cientos de kilos más pesado que uno de combustión.

Pruebas en el Infierno Verde

Allá por 2019 se pudo ver una mula de pruebas de este Plaid Model S de Tesla. Se trataba de una versión modificada, que uno podría pensar que era una variante de carreras. En primer lugar por su tremendo alerón trasero, un enorme difusor trasero y un splitter delantero, como el de los coches de GT y turismos. En segundo lugar, porque estaba en el lugar donde se pone a prueba toda clase de máquinas de alto rendimiento: el mítico Nürburgring Nordschleife.

Se trata de un circuito de más de veinte kilómetros de longitud y, según que configuración, unas 160 curvas. Se creó hace más de cien años, siendo una carretera que unía – y une varios pueblos, empezando desde Nürburg. El ‘Infierno Verde’, albergó la Fórmula 1 hasta 1976, hoy día lo hace solo con la sección GP, un circuito permanente con los estándares de seguridad actuales. En ocasiones especiales se unen ambos circuitos para crear la versión más larga de todas, utilizándose en las 24 Horas de Nürburgring. Este prototipo del Plaid Model S ya incorporaba los parabrisas eGlass de AGP, según se puede leer en el medio Teslarati.

Aerodinámica

Tesla quería tener el coche eléctrico con mejor aerodinámica posible, pero este récord se lo había arrebatado el Lucid Air de Lucid Motors. Este particular coche se ha lanzado al mercado este año en varias versiones, partiendo desde los 480 caballos de la versión básica, la Touring con 630 caballos, Grand Touring con 811 caballos o el Air Dream Edition, capaz de desatar 1.080 caballos. Pero lo más llamativo es su coeficiente aerodinámico: 0,21 cx.

Se espera que las primeras unidades del Lucid Air empiecen a llegar a Europa a finales de este 2021. La variante básica partiría de unos 65.800 euros mientras que el Air Dream Edition se eleva hasta los 143.000 euros, según varias fuentes. Un verdadero rival para Tesla, también con sistema de conducción autónoma de nivel 2.

Según los test realizados por Windshear, el Plaid Model S supera por poco al Lucid Air. Su coeficiente aerodinámico es de 0,208. Eso sí, el modelo de producción en serie lleva a cabo esto sin los alerones ni el difusor. Además, sus tres motores eléctricos se suman para dar unos 1.020 caballos de potencia, alcanzando los 320 kilómetros por hora. En tan solo dos segundos es capaz de pasar de 0 a 100 kilómetros por hora. Todo esto es posible gracias a contar con un parabrisas que afecte de manera positiva a la aerodinámica del vehículo.

El objetivo de Tesla es que en un futuro a corto plazo todos sus modelos (Model S, Model Y, Model X y Model 3) logren contar con una autonomía de 400 millas, o lo que es lo mismo, unos 640-650 kilómetros. Una distancia similar a la que separa por carretera Jerez de la Frontera de Madrid, sin ir más lejos.