No es en absoluto raro llevar una botella de agua dentro del coche, de hecho es una idea habitual. Poder beber e hidratarse para viajes largos o en situaciones de altas temperaturas, como en verano, es recomendable sobre todo para el conductor. De hecho se recomienda antes beber agua que otras sustancias como bebidas energéticas al no hidratar de la misma manera. Lo que mucha gente desconoce o ignora es que el hecho de llevar una botella de agua en el coche puede ser peligroso por varios motivos. En este artículo vamos a revisar los pros y contras de tener una botella a bordo.

Es común sobre todo en dos situaciones. La primera es que conduzcamos en solitario y tengamos la botella de agua a mano. De modo que se coge la botella, se desenrosca el tapón, se bebe, se enrosca de nuevo y se coloca donde sea. La segunda es que nos la pase o nos ayude un acompañante, pero de igual modo el conductor ha de dividir su atención en la carretera y en beber agua. En cualquiera de los dos casos se considera una distracción al volante y está multado con 80 euros según el código actual.

Ante todo, lo que se recomienda es que, si es necesario beber agua, hacerlo con el coche parado, parando cada dos horas o 200 kilómetros. También es un buen momento de estirar las piernas si se trata de un trayecto largo. Por tanto, puede ser muy útil, como veremos a continuación.

Beneficios del agua

Bien utilizada, como se puede leer también en el blog de Carglass, puede tener efectos beneficiosos para la marcha:

  • Beber agua reduce las posibilidades de efectos negativos al conductor. Entre ellos están la somnolencia, la sensación de fatiga, la pérdida de concentración, dolor de cabeza y los mareos.
  • Servirá para limpiar el cristal en caso de que no quede líquido del limpiaparabrisas.
  • En caso de que no quede líquido refrigerante y haya sobrecalentamiento del motor, el agua puede verterse en el depósito y servir como remedio puntual. Es decir, el tiempo de detectar el problema y llevar el coche al taller si es una fuga o de reponer el líquido refrigerante.
  • También puede servir para limpiar de barro y otras suciedades partes del coche importantes, como los faros o la matrícula. Conducir con las luces en mal estado no solo es un peligro, sino que es motivo de una sanción de 200 euros.

Peligros del agua

El primero que ya hemos comentado es que se considera como distracción, pudiéndose ser causa de una multa de 80 euros. Cuando el conductor bebe, está quitando al menos una mano del volante y deja de mirar completamente hacia la carretera. Además, está desviando su atención, lo que puede disminuir de manera notable la velocidad y capacidad de reacción. Pero existen otros peligros:

  • Lo que se conoce como ‘efecto elefante’. En caso de accidente o frenada brusca, cualquier objeto en el habitáculo que no esté sujeto sale disparado hacia delante. Lo mismo ocurre con las botellas de agua, pudiendo golpear a quienes estén en los asientos delanteros en estos casos. En movimiento y en función de la velocidad, un objeto puede llegar a multiplicar por 60 el valor de su masa corporal.
  • La botella puede caer en el suelo, rodando hasta el pedalier. Si esto ocurre, es un gran peligro para los que estén dentro del coche ya que puede quedarse debajo y atascar los pedales. Es decir, que no podríamos frenar, ni embragar, ni acelerar en caso de peligro.
  • También hay que tener en cuenta el llamado efecto lupa. Esto se produce cuando los rayos del sol entran a través de los cristales, se reflejan en la botella y esa luz rebota. Aunque el riesgo de incendio por este motivo es casi nulo, puede provocar un desgaste aumentado de la tapicería de nuestro coche.
  • Por otro lado, dejar una botella de agua dentro del coche durante mucho tiempo puede hacer que acabe conteniendo gérmenes. Más aún si es una botella de plástico y se somete a temperaturas elevadas.