En los últimos años han proliferado la aparición de badenes o reductores de velocidad, cuya función queda obviada por su nombre. Para mejorar la seguridad vial en entornos urbanos se colocan badenes para disuadir a quienes quieran presumir de motor o de pie derecho. No obstante, hay algunos badenes que no se ajustan a parámetros normativos y son por tanto ilegales, como refleja el blog de Carglass. Estos badenes suponen una amenaza para tu coche y, entre otros componentes, también para el parabrisas del mismo.

Estos badenes pueden ser tanto colocados sobre la carretera, como las bandas más modernas, como formando parte del propio asfalto. Por tanto, cabe la posibilidad de que se queden muchos años instalados en zonas urbanas con el peligro que supone. Un golpe fuerte o a mayor velocidad de la ideal puede ocasionar daños importantes al coche. Por ejemplo, si se toma con demasiada velocidad puede dañar los bajos del frontal, los labios, el parachoques o incluso algunas de las luces. Pero sobre todo puede ocasionar daños al parabrisas.

No hay que olvidar las fuertes tensiones a las que un parabrisas está sometido por el mero hecho de estar enmarcado en la carrocería. Si a eso le sumamos una fuerte sacudida o impacto vertical, existe el riesgo de que un golpe seco de lugar a una fractura. En el momento en el que aparece una grieta es posible que se agrande hasta causar males mayores. Por ello es importante acudir a técnicos especialistas en talleres a la hora de reparar o sustituir parabrisas. Estos badenes ilegales suponen un gran peligro para los parabrisas de nuestros coches en cualquier época del año. Hay que precisar además que en invierno y en verano, por cuestiones climatológicas, es cuando más sufren los parabrisas.

Características de los badenes ilegales

Carglass destaca en especial cuatro características de estos llamados badenes ilegales, que no se ajustan a los parámetros normativos. De hecho, con los cambios producidos en el BOE, se ha dado la situación de que muchos badenes en España ya no fuesen legales tiempo atrás. Las características son las siguientes:

  • Su tamaño excede el normativo. Esto puede ser tanto en cuestiones de altura como de longitud. Si es demasiado alto puede provocar daños en los coches por la sacudida al subir o bajar. En estos casos peligran piezas importantes de nuestros coches, empezando por el cárter. Al ser demasiado largo también podría suponer un peligro.
  • Ubicación incorrecta. Si se coloca sobre la zona de cuidado en lugar de advertirla, tampoco es correcto. Es muy común ver como se colocan – y se siguen colocando – badenes sobre los pasos de cebra, algo que resulta muy peligroso. Si un coche llega demasiado rápido cuando está cruzando un peatón, no solo no frena sino que se eleva. En estas situaciones, el peatón podría salir aún peor parado ya que los coches se diseñan para que, en caso de atropello, sean lo menos lesivos posibles…contando con que estén a la misma altura y el morro no esté apuntando hacia arriba.
  • Recursos de baja calidad. En estos casos, los badenes se deterioran con mayor rapidez, con el peligro que supone si se deshacen de repente.
  • No estar bien señalizados. Sobre todo de noche es otro gran peligro, sumado a un paso de peatones. Han de estar advertidos por señales o reflectores de luz. De lo contrario pueden ser peligrosos para conductores o peatones. El conductor podría no esperarse un badén y dar contra él a una velocidad que podría ocasionar peligros para él y su alrededor.

Principales peligros de badenes ilegales

De un badén que no se ajuste a la normativa surgen principales peligros para la seguridad vial. Lo que está diseñado para proteger, sin las medidas adecuadas, puede hacer lo contrario para lo que está pensado. He aquí algunos de esos peligros.

  • Incremento de la distancia recorrida. En lugar de ayudar a frenar, un badén extenso servirá como rampa y hará que el coche tarde más en reducir su velocidad. Situado cerca de un paso de peatones puede acarrear accidentes y atropellos.
  • Peatones. Como ya hemos mencionado, un paso de cebra no debe ir sobre el badén sino después, de lo contrario es un riesgo para él. Si el coche no frena, al estar más alto de lo habitual puede ocasionar daños mayores a los habituales si atropella a un peatón.
  • Daños a pasajeros. Al mismo tiempo, puede ocasionar lesiones a pasajeros de un coche que sufran de algún tipo de dolencia o movilidad reducida. Por ejemplo, a alguien con problemas de espalda una sacudida de un badén demasiado alto puede acarrearle una lesión importante.
  • Daños en el coche. Como ya hemos mencionado, un badén demasiado alto o de mala calidad puede dañar el cárter, el fondo, los labios o el parachoques delantero. Según el modelo, la salida de escape, los amortiguadores, la suspensión o la defensa trasera también pueden raspar con el firme al bajar. Un badén mal señalizado podría sorprender a un conductor y ocasionar daños al coche que puedan desembocar en accidentes de tráfico.
  • Daños en los neumáticos. Los neumáticos son muy importantes para la seguridad vial y es vital que estén en el mejor estado posible. Un badén con bordes cortantes podría dañar la superficie del neumático, abultarlos o incluso ocasionar un pinchazo, con el peligro consecuente.

Sobre parabrisas y normativa de badenes

El parabrisas está también entre los elementos del coche que pueden resultar dañados ante un badén ilegal. Un impacto más fuerte de la cuenta podría provocar fisuras o grietas – sobre todo si el parabrisas ya sufre de microfracturas con anterioridad. Siendo un elemento estructural de vital importancia para nuestro coche, es clave que el parabrisas esté en el mejor estado posible.

Los reductores de velocidad permitidos en la Orden FOM/3053/2008, vigente a día de hoy, son los siguientes.

  • Trapezoidal. De unos 10 centímetros de altura, con un margen de 1 centímetro, con 4 metros de longitud de la zona elevada. Su longitud de rampa ha de estar entre 1 metro y 2,5 metros y tener un borde de entrada menor de 5 milímetros. El fresado debe tener unos 3-4 milímetros de profundidad y una anchura de medio metro.
  • Lomo de asno. Han de levantarse solo 6 centímetros, con una longitud máxima de 4 metros y tanto su borde de entrada como el fresado han de ser iguales a los trapezoidales. En ambos casos se han de elaborar con hormigón o materiales de componente asfáltico.
  • Prefabricado. Los más comunes en los últimos años. Si la velocidad permitida es de 50 kilómetros por hora, ha de ser de 3 centímetros de altura como máximo y de 60 centímetros de longitud como mínimo. Si la velocidad permitida es de menos de 50 kilómetros por hora la altura rondará entre los 5 y 7 centímetros y su longitud entre 60 y 120 centímetros. Pueden ser tanto de plástico como de derivados de caucho.