Los coches no solo tienen luces para alumbrar la carretera o a los que vienen detrás, con los faros o pilotos delanteros y traseros. Desde hace décadas incorporan diferentes luces en el interior, las cuales hacen la vida más fácil sobre todo al tener que buscar cosas de noche. La iluminación interior puede ser también importante en materia de seguridad, por lo que siempre viene bien conocer un poco más acerca de ella.

Si uno quiere buscar las llaves o cualquier otro objeto dentro del habitáculo, limpiar el coche o revisar la documentación, estas luces son ideales. Incluso es posible modificarlas a nuestro gusto, siempre dentro de unos límites aceptables claro está. Se trata además de un sistema muy sencillo en comparación con todo lo que incorpora un vehículo, más los modernos con los avances tecnológicos. A fin de cuentas, se trata de pequeñas bombillas o luces alimentadas por la batería y con un consumo muy reducido.

Luces de cortesía

Empezamos por las más comunes, las luces de cortesía que se pueden encontrar normalmente en el techo del vehículo, cerca del retrovisor central. Se trata de una luz fija que se enciende automáticamente cuando se abre alguna de las puertas del coche. Al cerrarlas, se queda encendida unos segundos, el tiempo de acomodarse y abrocharse el cinturón de seguridad. También suelen incorporar un interruptor para encenderla o apagarla manualmente si así se desea. Es posible encontrarlas también en los laterales por encima de las ventanillas, así como en el interior del coche y de las puertas. De hecho es una tendencia muy de moda desde hace años, proyectando por ejemplo el emblema de la marca incluso en el suelo.

Ahora bien, no todas las luces del interior se pueden considerar luces de cortesía. Por ejemplo, las luces en el espejo o las que pueda haber en la guantera no son luces de cortesía. La función es clara en este aspecto, teniendo cometidos diferentes.

Durante mucho tiempo se han utilizado bombillas naturales, que se siguen viendo en coches más sencillos o que llevan mucho tiempo circulando. Hoy día se utilizan en la mayoría de los casos luces LED, con un consumo aún menor que el de las bombillas tradicionales. A esto hay que añadir que por regla general una luz de cortesía tiene una gran duración dado que un uso general es muy reducido: solo al salir y entrar del coche. Incluso se pueden sustituir las bombillas tradicionales por LEDS, siendo legal. Eso sí, sin que eso lleve a modificar ningún elemento clave del vehículo.

Síntomas de un mal funcionamiento

Aunque sea un mecanismo simple, como todo, puede llegar a tener problemas con el paso del tiempo. Estos son los problemas más comunes, como bien cita el blog de Carglass:

  • Luz tenue: puede ser que la batería del coche esté llegando a su fin y no de más de sí. También puede ser un problema del alternador o de la correa que lo alimenta.
  • Parpadeos: Todas las luces de cortesía son fijas, por lo que es indicativo de algún problema. Puede ser problema de batería, interruptor o problemas eléctricos. Debido a las múltiples variantes, lo más seguro es acudir a un taller para que se revise. Si es un problema de la bombilla, solo hay que cambiarla por una nueva como ocurre con una bombilla del hogar.