Un avión de United Airlines tuvo que detener su trayecto en pleno vuelo hace apenas unos días debido a la rotura del parabrisas. El cristal delantero se partió cuando el avión se encontró con una tormenta de granizo el pasado lunes 12 de octubre. El vuelo iba dirigido a Washington D.C, pero tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de O’Hare.
El avión despegó en mitad de la tarde desde el aeropuerto de O’Hare. Momentos después estaban volando sobre el Lago Michigan a unos 16.000 metros de altura cuando de repente los pasajeros escucharon un sonido abrupto. El cristal se había rajado y estaba a punto de romperse, con su estructura cerca de quedar hecha añicos. De inmediato el piloto del Vuelo 349 llevó el avión de vuelta a tierra. United Airlines cree que el daño fue causado por impactos del granizo. En la tormenta se fue ‘pelando’ el parabrisas hasta provocar la fisura.
Por suerte, no hubo daños de ningún tipo que lamentar, pudiendo regresar al asfalto de la pista del aeropuerto de O’Hare. Todos los pasajeros del avión se montaron en otro avión con rumbo a Washington para dejar atrás el susto y el parabrisas afectado. De hecho, hasta el piloto era el mismo.
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