Aunque aún no tenemos coches autónomos al cien por cien, la industria del automóvil está en plena carrera de desarrollo. Quizás, una carrera como nunca antes se haya visto en el sector a nivel de tecnología. En el caso de los coches autónomos no hay ninguna marca que no presente interés en mayor o menor medida. Se trata de un aspecto que tiene el potencial de mejorar la seguridad en carretera, reduciendo accidentes de tráfico y víctimas graves o mortales. Al mismo tiempo, evoluciona la manera de transportarse de modo que sea lo más cómoda posible para los usuarios. Esta tendencia al confort ha existido desde siempre – no hay más que probar un coche de los setenta, ochenta o noventa para ver diferencias. Y por supuesto, nada que ver con la comodidad de uno actual.
Al igual que han evolucionado los chasis, las suspensiones y todo lo demás de un vehículo, ahora el foco está en el software. Si bien las suspensiones y chasis es lo que más ha cambiado en los últimos veinte años, la electrónica está más presente que nunca. Y esto cada vez va a más, gracias a los avances vistos en los sistemas ADAS. Los sistemas avanzados de ayuda a la conducción no son otra cosa que la base sobre la que se cimenta la conducción autónoma. Sin los ADAS, nunca tendríamos coches que se conducirán solos de aquí a unos años en Europa. Algunos de ellos, como las cámaras frontales o sensores, se instalan en los parabrisas para luego avisar al conductor de posibles peligros en la vía.
Aspectos legales
He aquí una lista con algunos de estos sistemas de conducción autónoma. Nos centraremos en los de nivel 2 porque es lo que existe en Europa en la actualidad. En Japón Honda comercializa el sistema Honda SENSING Elite en el nuevo Legend EX. Es un sistema de nivel 3, el primero en todo el mundo del mercado, contando con el beneplácito previo del ministerio de transporte del gobierno de Japón.
Antes de empezar, es preciso aclarar los motivos por los cuales nos centramos en sistemas de autonomía de nivel 2. Esto es así porque es lo más avanzado que permite la situación en el viejo continente. No a nivel tecnológico, pues en realidad estamos cada vez más cerca de contar con sistemas de nivel 3, que ya se consideraría conducción autónoma. De hecho, Audi estaba listo en este sentido para incluirlo en el actual Audi A8. Sin embargo, no fue posible.
Uno de los problemas u obstáculos para la conducción autónoma reside en las cuestiones legales. Es decir, la normativa y las aseguradoras han de prepararse para la llegada de los coches autónomos. En definitiva, habría coches asegurados rodando…pero se conducirían solos, no los llevaría el conductor en principio. En este caso, el paradigma clásico de la aseguradora del vehículo no nos sirve. Aquí no es el conductor el que contrata un seguro para su coche. Aquí el seguro firma con la propia marca, pues es su software el que guiará el coche. El conductor es en este caso un mero cliente para formalizar el acuerdo entre la marca y el coche. Por tanto, en caso de accidente, si el coche está en modo autónomo, no sería lógico responsabilizar al cliente si no era él quien conducía.
Teammate de Toyota y Lexus
Un nombre sencillo, traduciéndose como ‘compañero de equipo’, para su sistema de ayuda a la conducción manos libres. Está previsto que este sistema permita que el coche pueda llevarse por si solo en autovías durante largos periodos de tiempo. A ser posible, en condiciones donde no haya que realizar excesivos cambios de carril y sea a una velocidad uniforme. Solo funcionaría en autovías.
En primer lugar, monitoriza la posición de vehículo activando un radar equipado en el coche. En primer lugar aparece un letrero que anuncia que el radar está listo, seguido por uno de ‘Conducción avanzada lista’. Si la pantalla se vuelve gris, el conductor ha de sostener el volante para cualquier maniobra inminente. Si se vuelve azul, pueden soltarse las manos del volante.
Cuando se vaya a salir de la autovía, comenzará una cuenta atrás, con tiempo suficiente para prepararse. Hay señales visuales, auditivas y hasta físicas. A la hora de tomar el control, llamará la atención del conductor apretando un poco el cinturón de seguridad.
Decimos que ‘está previsto’ porque Toyota aún no lo ha lanzado en ninguno de sus modelos en el mercado. Es una muestra de lo conservadora que está siendo la gigantesca empresa en el terreno de la conducción autónoma. En principio se prevé que lo haga en el próximo 2022 en Estados Unidos, cuando se lance el Lexus LS500h.
Blue Cruise de Ford
Este sistema se presentó el pasado mes de abril y es de los más avanzados en la actualidad. Es una evolución, más bien revolución, del sistema Suite Co-Pilot 360 vista hasta ahora. Ford permite activar la conducción manos libres en las redes de carreteras de Canadá y Estados Unidos. Esto supone más de 161.000 kilómetros de vías rápidas. Cuenta con una cámara de infrarrojos que monitoriza de manera constante al conductor.
Basándose también en tecnología Over the Air (OTA), se podrá incluir como actualizaciones inalámbricas. Los primeros coches que lo recibirán serán el Ford F-150 de nueva generación y el Ford Mustang Mach-E. Esto es interesante teniendo en cuenta la llegada del Mustang Mach-E al mercado europeo. En EEUU las actualizaciones serán cada cuatro meses, costando 600 dólares los primeros tres años según el medio Motor.es. Se espera que para finales de 2021 Blue Cruise esté presente en más de 100.000 vehículos.
Super Cruise de General Motors
Anterior al Blue Cruise de Ford, el Super Cruise de GM funciona de una manera similar. Es capaz de acelerar, mantener la velocidad, frenar y girar solo, centrándose su uso en autovías. De hecho, hasta el sistema de Honda de nivel 3 funciona solo en casos determinados. Al igual que BlueCruise, SuperCruise monitoriza al conductor utilizando rayos infrarrojos.
Durante varios años Super Cruise solo pudo verse en la tierra de GM, Estados Unidos. No en vano es donde tiene a su público principal, después de haber perdido algo de terreno en Europa. No obstante, ya desde el pasado 2020 se puede ver en modelos que se comercializan en China. Un ejemplo de ello es el Cadillac CT6.
Tesla AutoPilot
Fue el primero de su especie en salir al mercado, el que lideró esta revolución tecnológica. No podía ser otro que Tesla. Aunque su nombre pueda despistar, seguimos hablando de sistemas de autonomía de nivel 2. Al contrario que el Super Cruise o el Blue Cruise, el AutoPilot no permite despegar las manos del volante. Es un sistema que se va actualizando y mejorando poco a poco, estando presente en todos los modelos de la firma de Elon Musk. Su sistema de actualización es OTA, siendo la primera que implantó este sistema.
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