Opel mostró en 2020 la segunda generación de su Mokka, un SUV compacto de última generación. Siendo ya parte de Stellantis (PSA, ya fusionado con FCA), el Mokka cuenta con una silueta similar a la de sus primos franceses. Su mayor novedad está en el interior, pues es el primer modelo de Russelheim en contar con el nuevo Pure Panel. Este está compuesto de dos pantallas panorámicas en el cual se muestra toda la información relevante a la conducción.
La marca germana ha querido evitar en la medida de lo posible la intoxicación digital. Es decir, que ofrezca demasiada información a través de la pantalla hasta aturdir o distraer al conductor. Por ello se ha decantado por un diseño ergonómico y claro. Se espera que este camino lo sigan el resto de modelos de Opel que salgan en el futuro.
También cuenta con un buen repertorio de sistemas ADAS, gracias a sensores o cámaras que a menudo se instalan en los parabrisas de los vehículos. Entre ellas se encuentran el Control de Crucero Adaptativo o el Asistente de Mantenimiento de Carril. Equipa además una cámara de visión trasera panorámica, Asistente de Aparcamiento Automático, Asistente Lateral y Aviso de Vehículos en Ángulo muerto.
Ahora en versión eléctrica
El Mokka cuenta tanto con motores gasolina como gasoil, así como su variante eléctrica, el Mokka-e. En sus niveles más básicos ofrece 100 caballos y en los más altos unos 130. No obstante, es la versión eléctrica la más potente de todas con 136 caballos y 260 Nm de par motor. La batería del Mokka-e cuenta con una autonomía de 332 kilómetros en ciclo WLTP.
“Estamos muy contentos con nuestro nuevo modelo ya que está teniendo una gran aceptación en el mercado, como demuestra la buena marcha en pedidos de nuestros clientes. Este nuevo servicio que ponemos en marcha cuadra perfectamente con los valores de nuestra marca alemana haciéndola todavía más accesible y emocionante” ha dicho Pedro Lazarino, Director de Opel para España y Portugal.
0 comentarios