La seguridad vial no es solo cosa de la Dirección General de Tráfico, ni mucho menos. De hecho, es cosa de todos para reducir los accidentes, los fallecidos, los heridos y sus secuelas. Por ello se han ideado los sistemas ADAS, que ayudan al conductor en sus tareas y toman el control del coche de manera parcial con el fin de evitar colisiones o, en el caso de que sean inevitables, mitigar el impacto. Las marcas también están aportando su granito de arena, impartiendo cursos de conducción con los que mejorar conocimientos y habilidades al volante. Como ejemplo de ello, Volkswagen Driving Experience lleva ya veinte años en funcionamiento. Su embajador desde hace años no es otro que Luis Moya.
Poca introducción necesita el dos veces campeón mundial de rallyes, mítica voz que cantaba las notas a Carlos Sainz. Con una carrera deportiva que se extendió durante tres décadas, es alguien muy involucrado desde siempre en la seguridad. Gracias a estos cursos, Moya ha podido ofrecer sus conocimientos a miles de personas. Por la Volkswagen Driving Experience han pasado ya 24.000 personas en seguridad vial.
Objetivo, 0 fallecidos en carretera
¿Crees que es posible alcanzar el objetivo 0 víctimas en la carretera?
Yo creo que sí. No es fácil. Es un objetivo tremendamente exigente, pero es que los objetivos deben ser así: exigentes, pero realizables. Tardaremos tiempo, pero en el año 1989, fallecieron 5.940 personas en accidentes de tráfico. En el último año, 2019, debido a que 2020 es un año atípico por la pandemia, fueron 1.098 víctimas en la carretera.
Hemos bajado mucho y la tendencia continua ese camino. Cada vez será más difícil, pero tenemos que seguir marcándonos ese exigente objetivo porque si no, no llegaremos nunca.
Y en este proceso de alcanzar 0 víctimas, ¿el papel de la formación vial es clave?
Totalmente. Por ello, es tan importante que ahora se plantee que con los cursos de conducción se puedan recuperar puntos del carnet. Es mucho más eficaz ir a un entorno seguro, como es un circuito, que haya expertos que te expliquen de forma teórica la seguridad vial, quitar esos vicios malos, salir a pista y rodar con una persona al lado.
Este proceso es más eficaz que tener una charla (qué también funciona). Por ello, este paso de la DGT me parece magnífico.
Aprender a frenar mejor
Si tomamos como referencia los inicios de Volkswagen Driving Experience hasta nuestros días, ¿cuáles han sido los principales cambios que ha habido entre los conductores?
De entrada, los coches han tenido una gran evolución tecnológica. En el año 2000, no hace tanto, los coches tenían tres, cuatro, cinco asistentes de media. Hoy tienen 30 o 40. Por lo tanto, han mejorado mucho.
Uno de los errores más comunes, que nosotros intentamos quitarle a todos los clientes que pasan por la escuela, es que la gente no frena correctamente. Hay una estadística que dice que solo el 5% de las personas que ha tenido un accidente han frenado bien.
Hoy en día tenemos el ABS, que evita que el neumático se bloquee. Ante una situación de emergencia siempre hay que frenar a tope. Y siempre mirar a la escapatoria, no al problema. Por ello, si vas a 100 km/h es posible que choques, pero si frenas correctamente, ese accidente puede producirse a 40 km/h.
El móvil, una gran lacra al volante
Utilizar el móvil al volante o ingerir alcohol han sido una lacra al volante. No obstante, la tendencia dice que hay una mayor conciencia sobre tomar alcohol que utilizar el móvil al volante. ¿Crees que algunos conductores no son conscientes de este peligro?
Seguro que no. Yo tengo dos hijos, uno de 30 y otro de 27 años, y he visto cómo hay una mayor concienciación con beber alcohol y conducir. Sin embargo, es muy triste pensar que el 90% de los conductores utiliza el móvil mientras conduce. Desde Volkswagen siempre decimos que no hay nada tan urgente como para no poder esperar a llegar a tu destino y, así, no poner en riesgo tu vida ni la de los demás.
Yo siempre le digo a los clientes del Driving Experience que, por favor, no utilicen el teléfono mientras conducen. Las distracciones ya son la primera causa de muerte en nuestras carreteras, por delante de la velocidad y el alcohol. Hay que evitarlo y ser muchos más responsables. Incluso, como peatones a la hora de cruzar por el paso de cebra.