Desde que llegó la pandemia del coronavirus, el uso de diferentes medidas de protección para protegerse y detener el contagio de este mal se ha vuelto muy común, desde los más simples hasta los más complejos. Una de las consecuencias, ahora que nos adentramos en la nueva normalidad, es el uso de escudos de seguridad, en esencia pantallas de plexiglás situadas entre clientes y trabajadores que sirven para dar una mayor confianza además de un mayor nivel de seguridad.
Como es obvio, el plexiglás y las pantallas de policarbonato llevan ya mucho tiempo entre nosotros además del cristal, con sus respectivas ventajas e inconvenientes. No obstante, la situación actual le da no solo nuevas aplicaciones sino también nuevas oportunidades a nivel industrial y de mercado, ya que ahora es algo muy solicitado en todas partes del mundo.
En toda clase de centros es posible ver estos casos, desde tiendas de muchos tipos hasta comisarías o bancos. Esto ha llevado a que muchas tiendas o negocios especializados en la fabricación de cristales hayan tenido un repunte en su actividad así como en su prosperidad, incluso llegando a casos donde la demanda era tan grande que superaba el plexiglás disponible para cubrirlas.
“Yo les llamo escudos de seguridad para el covid-19. Es en esencia un producto nuevo. La cuestión es que le da tanto a empleados como a clientes una sensación de confort y seguridad con la esperanza de que nuestra economía salga adelante. En los últimos meses hemos utilizado 20 láminas de plexiglás. Lo normal es que vayamos a 20 láminas por año”, afirma Steve Poe, dueño de Glass Doctor según se puede leer en The Miner.
“El plexiglás ha estado desde siempre como una alternativa al cristal pero esta es una nueva aplicación. Si quieren un trabajo con aspecto más profesional, acuden a nosotros”, añade Steven Gingrich, uno de los socios de la empresa House of Glass.
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