Cada vez vemos más y más modelos nuevos en el mercado donde la pantalla toma el protagonismo en el habitáculo y la consola central. Si a principios de este milenio empezaron a verse interiores con muchos botones, en la última década se buscó simplificar. Y después, la mudanza a tecnología táctil para asemejar los controles de infoentretenimiento al de un smartphone. El paso siguiente, que ya veremos incluso en este mismo 2021, son pantallas que se extiende a lo largo y ancho del salpicadero.
A principios de este año ya hablamos del Mercedes-Benz EQS, uno de los futuros modelos eléctricos de la marca germana. El EQS llevará una impresionante pantalla de 56 pulgadas, formada por varias pantallas curvas en sucesión. Otro modelo alemán eléctrico, el Porsche Taycan, incorpora hasta cinco pantallas táctiles y hápticas. Ha sido una evolución paulatina, desde relojes, pequeños ordenadores de a bordo hasta pantallas de uso y aspecto similares a Tablet. Ya es común encontrar también cuadros de mandos digitales, dejando a un lado los cuadros analógicos de toda la vida.
Otros ejemplos destacables de vehículos con grandes pantallas son el BMW iX con su pantalla curva de 14,9 pulgadas o el Cadillac Lyriq. Este último es un SUV que equipará otra de las más grandes del mercado, una pantalla de 33 pulgadas. En el caso del Hyperscreen del EQS, se trata de una pantalla con tres zonas de información para el conductor, copiloto y zona central. Es capaz de aprender las preferencias de los usuarios gracias al uso de inteligencia artificial.
Parabrisas como HUD y tecnología 3D
También se intuye lo que viene después. Que los parabrisas actúen de pantallas, utilizando la tecnología holográfica para proyectar información sobre ellos. Es decir, que las lunas delanteras se conviertan en gigantescos HUD donde mostrar toda clase de información relevante al conductor durante la marcha. Es más, ya podemos ver ejemplos de ellos, siendo el más avanzado en Europa el del Mercedes-Benz Clase S. También el Volkswagen ID.3 utiliza tecnología holográfica, aunque en menor medida.
Es en definitiva la evolución directa de los HUD que se han visto en los últimos cinco-diez años en el mercado. La idea es colocar en el campo de visión del conductor información relevante de manera que no tenga que apartar la vista de la carretera. Poder saber en todo momento la velocidad a la que circula o si hay algún peligro cerca sin desviar un segundo la mirada. Incluso en un corto periodo de tiempo, desviar la mirada lleva a circular un número de metros (según la velocidad de la marcha) a ciegas.
Tal como apunta Carglass en un comunicado, Continental está desarrollando una generación de pantallas con representación 3D capaces de generar formar sin utilizar gafas especiales. Estas pantallas trabajan con una cámara que localiza la cabeza y el campo de visión del conductor para formar la imagen 3D en su vista. LG, por su parte, está trabajando en pantallas OLED transparentes, capaces de sustituir a los cristales laterales de un coche y utilizarlos también como HUD donde proyectar información.
Todo esto hace que los parabrisas y cristales puedan tener más funciones a medida que se desarrolla la tecnología. Es posible con la capacidad de volverse más opacos o transparentes – es decir, controlando la cantidad de luz exterior que deje pasar – y tecnología HUD.
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