HyperFocal: 0

La conducción de noche es uno de los momentos más peligrosos del día, debido como es obvio a la falta de luz. Muchos accidentes de tráfico con víctimas mortales se producen a oscuras, demasiado a menudo debido a distracciones al volante. No obstante, los fabricantes y marcas hacen todo lo que está en su mano para mejorar la seguridad. Y esto incluye mejorar los sistemas de iluminación de los vehículos, como es el caso del sistema que está desarrollando la Universidad de Tokio.

Desde hace varios años, las marcas están utilizando sistemas ADAS para ofrecer innovaciones en el ámbito de iluminación. De manera similar que tenemos sensores y cámaras en los parabrisas, los sensores de los faros son capaces de leer la carretera y reaccionar ante ella. Es la tecnología de haces de luz adaptativos, capaz de leer, con metros de antelación, donde hay una curva y ajustar la iluminación de manera automática. También pueden regular las luces de largas a cortas si viene otro vehículo para no cegar al otro conductor, así como adaptarse a diferentes condiciones.

De hecho, en este sistema proveniente de oriente también se han utilizado cámaras, como en la mayoría de los ADAS actuales. Existen diferentes tipos de haces de luz adaptativos (ADB, por sus siglas en inglés), pero por desgracia aún están limitados. Se puede utilizar un modulador de luz espacial con píxeles de cristal líquido, pero encarecería de manera notable los costes del vehículo. He aquí la solución a la que ha llegado la Universidad de Tokio, según el medio Optics.

Diseño de escáner MEMS

Lo que han utilizado en tierras niponas es un escáner óptico bidimensional MEMS (sistemas microelectromecánicos) en el que se basa el ADB. Un film PZT (óxido de titanato zirconato de plomo o titanato de plomo-circonio) se adhiere a una pieza de silicio sobre aislante. Esta estructura puede excitar de manera piezoeléctrica la oscilación mecánica de un escáner de manera controlado, utilizando los cambios del PZT al exponerse a un campo eléctrico. Estas oscilaciones dirigen la luz proveniente de un diodo láser azul de 3.5 vatios y 450 nanómetros hacia un material fosforescente. Aquí se genera una luz blanca que se redirige hacia fuera a través de unas lentes adaptadas para ello. Es decir, los faros del vehículo.

Está diseñado para que el escáner funcione de manera bidimensional, analizando tanto lo que ocurre en horizontal y en vertical delante del vehículo. También se ha diseñado de manera que cualquier contaminación sonora, como pueda ser el paso de otro vehículo cerca, no haga reaccionar al mecanismo.

En las pruebas se han utilizado dos sistemas MEMS-ADB, uno para bajas y otro para altas zonas de iluminación. Eso sí, el objetivo es que en el futuro solo sea necesario utilizar uno para una iluminación global. Se instaló también una cámara con función de reconocimiento de imágenes para interpretar las condiciones de la carretera.

Resultados

Los investigadores de Tokio vieron como el conductor contaba con mejor visibilidad utilizando este sistema, sobre todo a la hora de reconocer peatones. Incluso podía reconocer a un peatón que estaba junto a otro vehículo a la vez que modulaba la luz para no cegar al otro conductor. Esta tecnología tiene tanto el potencial de utilizarse para una seguridad mayor para conducir por carretera de noche como para otros fines. De hecho, en Tokio creen que serviría de cara a sistemas de tráfico inteligentes junto a la tecnología de la conducción autónoma.