Los motores, con el paso del tiempo y el continuo funcionamiento, se van ensuciando por dentro. No se trata de que les entre agua, tierra, polvo y demás impurezas (que también), sino algo más. Conforme pasan las semanas y meses así como los kilómetros acumulados se va creando carbonilla en distintas partes del motor. Por ello, en este artículo vamos a hablar sobre en qué consiste descarbonizar los motores de nuestros coches. Se trata de una parte importante de tener nuestro coche a punto, algo importante también para los meses de verano.
Origen
¿Cómo se crea carbonilla? Pues muy simple: son restos del combustible quemado en la cámara de combustión del motor, restos de gasolina o gasoil. En el caso de los motores diésel suele crearse una mayor carbonilla que en los de gasolina. También se conoce como hollín. Lo que hace es obstruir algunas partes del motor, lo cual impide que funcione como es debido, siendo necesaria una limpieza. No solo es que pueda perder caballos, sino que se compromete la fiabilidad del propulsor.
Esta carbonilla se queda pegada a las paredes del motor debido a que contiene azufre y metales, por lo que se adhiere con facilidad. También depende de los aditivos que lleve el combustible que utilicemos y si el refinado contiene mucho azufre. Otro elemento que puede contribuir a la creación de carbonilla es el vanadio.
En el caso de los motores diésel la descarbonización es aún más importante ya que la composición del gasoil puede dejar más residuos. Por otro lado también cuenta con sistemas anticontaminación que evitan que salgan residuos a la atmósfera, quedándose en el vehículo. Son motores que funcionan mejor a altas temperaturas y en carretera, pero en muchos casos se utilizan a bajas temperaturas en ciudad. Por ello, el gasoil no se quema de manera óptima en sus cámaras de combustión.
Siendo restos de quemado, aguantan temperaturas muy altas, incluso más de 900 grados. No solo se puede perder potencia, sino también fallos de aceleración, auto encendido o aumento del consumo. En modelos más antiguos puede colarse carbonilla en la caja de la mariposa conectada al acelerador, impidiendo su libre movimiento. Esto hace que tenga caídas de revoluciones e incluso llegue a pararse el motor en punto muerto o durante una maniobra de estacionamiento.
Proceso de descarbonización
La limpieza o descarbonización del motor se centra en la cámara de combustión y todas las partes involucradas en la combustión y evacuación. En la actualidad el procedimiento más utilizado es el uso de gas oxihidrógeno (HHO). Esto es así porque se puede utilizar tanto con motores de gasolina como con los diésel. También es válido para motores de fueloil o incluso los de gas licuado por petróleo (GLP).
Lo que se hace es inyectar el gas en el motor de manera que la temperatura de la combustión se eleva al momento. Se introduce por la admisión, mezclándose el HHO con el aire aspirado a través del filtro para llegar a la cámara de combustión. Allí, los pistones aprietan el HHO y crean una pirólisis controlada. Se concentra el calor hacia el interior de la cámara para quemar los residuos, la carbonilla acumulada. Así, se limpian elementos como las válvulas, las cabezas de los inyectores, las bujías, las cabezas de los pistones, etc.
Después proseguirá la limpieza con el calor generado por el HHO junto al vapor de agua fruto de la reacción química. El motor quedará descarbonizado por la combinación del vapor, las altas temperaturas y la afinidad del gas orto-oxihidrógeno del carbono presente en el hollín. De este modo se limpian más partes del motor: la válvula EGR, el sistema de admisión, el turbo (de tenerlo), el catalizador…
¿Cada cuánto tiempo se recomienda hacerlo?
Depende de la cantidad de carbonilla que se vaya acumulando en el motor, pero de media se suele observar tal acumulación a partir de los 20.000 kilómetros. La acumulación es paulatina desde el momento en el que arrancamos el coche por primera vez salido del concesionario. Ahora bien, si a partir de los 20.000 kilómetros se lleva a cabo una descarbonización, se pueden evitar males mayores en lo que respecta a la fiabilidad de nuestro motor. Por ende, y siguiendo la media de kilómetros al año por coche en España, es común realizarla cada dos años.
A los 20.000 kilómetros no se llegan a ver cantidades de carbonilla que puedan suponer algún problema de fiabilidad o un peligro para la integridad del motor. Eso sí, el rendimiento del mismo puede empezar a verse afectado. También hay que tener en cuenta los posibles síntomas de la acumulación de carbonilla.
- Humo negro. La carbonilla obstruye parte de los conductos de aspiración y escape. Es un exceso de combustible no quemado en el sistema.
- Aumento de consumo. La acumulación de carbonilla hace que las válvulas no funcionen correctamente, no cerrándose del todo en la cámara de combustión.
- Falta de potencia y aceleración. Es posible que no esté entrando todo el aire del que debería, como si tuviera una brida de admisión cuando no es así en realidad. Al pegarse la carbonilla en los conductos, se reduce el diámetro de la entrada de aire así como de la salida de los gases de escape. También se obstruyen los inyectores, llevando a que el motor no de las prestaciones que debería.
¿Cuánto cuesta hacerlo en taller?
Dependiendo del taller el precio variará, pero suele girar en torno a cantidades entre los 50 y los 100 euros. También depende del tipo de motor del que se trate. Un motor gasolina puede rondar entre los 50 y los 70 euros. En cambio, con un motor diésel la cantidad puede rondar entre los 80 y los 99 euros.
También es posible hacer el proceso uno mismo ‘en marcha’, llevando el coche en carretera durante media hora. Entonces, durante unos tres minutos, se circula (siempre y cuando no se moleste a nadie) en tercera a unas 1.000 revoluciones por debajo de la zona roja. Eso sí, hay que tener cuidado porque con este procedimiento se fuerza la mecánica. También existen en el mercado productos que ayudan a la limpieza del motor.
Ventajas de descarbonizar el motor
Las ventajas de tener un motor más limpio y en mejores condiciones son más que obvias, pero vamos a enumerarlas una a una. Según el medio Autonoción, entre las ventajas que ofrece un motor descarbonizado son las siguientes:
- Reducción del consumo hasta en un 10%
- Recuperación del par motor y la potencia original
- Reducción de vibraciones con el motor al ralentí
- Mejores recuperaciones y motor con mejor rendimiento a altas vueltas
- Menos contaminación atmosférica
- Mejor sonido del motor y mayor elasticidad
- Funcionamiento más suave del motor y la transmisión
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