Uno de los componentes principales que necesita un fabricante de cristalería es el butiral de polivinilo, también conocido como Butiral a secas o PVB. Es un material clave para la fabricación de cristales laminados. Es decir, para poder fabricar los parabrisas de los coches que conducimos en nuestro día a día. Por tanto, si hay falta de PVB en los suministros de las fábricas, esto afecta de manera directa a la producción de parabrisas. Y por supuesto, también a la cadena de suministros y los clientes que puedan necesitar estas piezas en sustitución de parabrisas.

La cadena de suministro del PVB depende de manera directa de la producción de elementos químicos básicos tales como propileno o etileno. Como es evidente, sin la materia prima para producir PVB, no puede llegar a las fábricas y no puede utilizarse para fabricar parabrisas. Por tanto, la industria de la automoción se ve afectada en este sentido. A esto hay que añadirle la escasez de materiales necesarios para la producción de coches, como chips. En España se han dejado de producir unos 231.679 vehículos por falta de chips. Además hay que sumarle el encarecimiento del precio del acero, multiplicándose por cinco en 2021. Tampoco ayuda el incremento del precio del petróleo, lo que afecta a plásticos además de costes energéticos y logísticos según afirma SERNAUTO.

Las variaciones de precio en los suministradores de PVB también han afectado a los fabricantes de parabrisas en este 2021. La cuestión es que estas posibles faltas de aprovisionamiento están teniendo lugar en estos momentos en diversas partes del mundo.

Problemas de aprovisionamiento

Algunos de los principales suministradores de PVB en el panorama americano también están teniendo problemas. Kuraray, uno de estos suministradores, anunció el pasado mes de mayo un incremento de su producto Trosifol PVB así como de SentryGlas. Esto se debió a un incremento en sus materias primas además del empaquetamiento de los materiales, transporte y logística según recoge el medio USGNN.

Al mismo tiempo, la falta de materiales supone también un problema importante. Pues al limitarse el suministro de PVB, se encarece el precio que han de pagar los fabricantes de cristal. También hay que tener en cuenta que sistema global de logística está muy estresado en estos momentos, con el resultante descenso en disponibilidad en equipamiento y reservas.

En el caso de otro suministrador importante en Estados Unidos, Eastman, también han tenido problemas para su producción habitual de PVB. Según su vicepresidente Travis Smith, los azotes climatológicos, la economía y eventos recientes han hecho que la cadena de suministros se vea afectada.

En España no se están viviendo tantos casos de problemas con PVB, por el momento. Ahora bien, como ya se ha mencionado antes, el encarecimiento del acero, el petróleo y el descenso de stock de chips sí ha resultado problemático. Al no producirse ese casi cuarto de millón de coches, implica indirectamente a los fabricantes de parabrisas. Este tipo de situaciones es importante porque un encarecimiento a lo largo de la cadena de suministros podría afectar a la larga a los clientes.