
Glass Type Low-iron
No es una ocurrencia común, pero a más de uno nos ha pasado. Estamos tranquilamente circulando, sea por ciudad o por carretera, cuando de repente vemos una mancha volar hacia la trayectoria de nuestro vehículo. Casi de inmediato y sin que nos de tiempo a reaccionar, vemos como un pájaro comprueba demasiado de cerca la resistencia suya y la de nuestro parabrisas. Guardian Glass ha creado el cristal Bird1st que permite reducir el riesgo de impacto. Se considera que cada año fallece un billón de pájaros al chocar contra cristales, según el informe ‘The Condor: Ornithological Applications.’
En casos leves puede ser tan solo un susto y nada más (para ambas partes) pero puede dar lugar a accidentes graves. De hecho, provocó un accidente con dos víctimas mortales en Fórmula 1 cuando un pájaro chocó contra el Lotus de Alan Stacey en 1960. Este perdió la vida en el Gran Premio de Bélgica al toparse con el alado animal, saliéndose a gran velocidad. A su vez se llevó por delante al Cooper de Chris Bristow, quien fallecería al chocar contra un alambre de púas.
Por un lado, Guardian Glass ofrece la solución Bird1st, un recubrimiento ultravioleta que ayuda a que los pájaros identifiquen el cristal con mayor facilidad. Por otro lado, también ofrece diferentes patrones de tratamiento de ácido fluorhídrico cuya función es mitigar este tipo de colisiones.
Cabe pensar en la posibilidad de que esta tecnología pueda aplicarse, si se desea, a los cristales de vehículos aunque sea como elemento extra. Un golpe muy fuerte contra un parabrisas podría provocar fracturas o roturas, teniendo que llevar el coche a un taller para una reparación o sustitución.
0 comentarios